miércoles, 1 de enero de 2014

Carta abierta para mi desde el 2013

A mis amigos:
Dicen que las desgracias no llegan solas, es verdad, quizás uno tarde en darse cuenta, pero al final la realidad llega a nosotros, también dicen que si no tuviéramos días difíciles, no podríamos apreciar o diferenciar los días lindos.
Una vez leí que para todos nosotros todo tiempo pasado siempre fue mejor, eso pasa porque nuestra mente se encarga de dejar en el olvido las cosas malas, en realidad siempre pasan cosas malas, lo bueno es que las cosas buenas son más fuertes y nos hacen olvidar todo lo malo que pueda pasar en nuestras vidas.
En realidad todo lo malo que me pasó este año solo fue la cosecha de un pésimo 2012, cuando la vida me quito lo más preciado que tenía y a cambio me entregó un montón de gente de mierda que hizo todo lo posible por hacerme daño.
En el 2013 logré acabar con el crimen en Arkham City y en Gottan, logré ser múltiple campeón de la Liga española y de la Champions League, acabé con los intentos de conquista mutante, liberé al universo de la dominación alienígena, colaboré en la guerra de independencia de Estados Unidos y hasta llegué a ser uno de los mejores jugadores de futbol del mundo. En síntesis, este año me recluí en mi cuarto encerrado sin otra compañía que mi Xbox.
Vi como se demolía y se construía una promesa de mejores días junto a mi casa, analicé y distinguí los errores y aciertos en este proyecto, para que pronto yo pueda encaminar otro que sea solo mío.
Como todos los años mis primeros meses los dediqué a planificar el carnaval, volver al enamoramiento eterno con el folklore y sobre todo con la devoción que tengo hacia la Virgen del Socavón; sin embargo este año no pasé un Carnaval como me habría gustado, hubieron cosas lindas, como la interminable charla con Boris en la víspera del carnaval o el conocer a las japonesas y la colombiana, pero la lluvia y el mal clima se encargaron de opacar la fiesta, de todos modos y muy a pesar de todo lo malo, siempre es mágico bailar en la fiesta más grande de este país, esperar a Melody y sacarle todas las fotos posibles, vivir algunas horas sin pensar en todo lo malo que estaba pasando y lo malo que aun me estaba por pasar.
Luego del carnaval comenzaba la difícil búsqueda de trabajo, experimentando realmente la crisis que vive Bolivia y que para muchos es algo desconocido y abstracto, descubriendo que muchas veces el profesionalizarse en este país no es suficiente, es más fácil ser servil a reyes chiquitos y ganarse la vida haciéndoles creer que son las personas más iluminadas de la ciudad, sin querer reconocer que lo único que los corona es la miseria de su entorno, en síntesis nuestra ciudad y nuestro país llegan a ser resultado de esa clase dirigencial mediocre, es por eso que vivimos en un un lugar así de mediocre, donde la administración pública es una eterna factoría de mediocridad; con el pasar de las semanas me daba cuenta de esta situación y veía que si yo buscaba crecer profesionalmente, debería buscar una respuesta laboral en el sector privado, desmarcándome definitivamente de la administración pública, a la que di mis primeros años profesionales.
Comenzaba a ver mucha televisión, veía shows de todo tipo algunos mejores que otros, la telenovela argentina Graduados se encargó de otorgarme los mejores momentos de entretenimiento y también enseñanza.
“Pero a la vez existe un transformador, que se consume lo mejor que tenés”, una frase usada varias veces en Graduados y que finalmente el mismo Charly se encargó de explicar; es esa gente que de la misma forma que un transformador electrico absorbe energia, que se encarga de estar al lado de uno solo para quitarnos fuerzas, este año conocí y me alejé de alguien así, me di cuenta que es mejor alejarse de esas personas corrosivas, personas que me quitaron la personalidad y la voluntad, yo no puedo cambiar por nadie y nadie se merece que yo deje de ser yo, para que sean felices o que uno sea igual de infeliz o miserable que ellas.
Las personas recurrentes que alegran los días siguieron ahí, Marga, Polola, Lulu y ahora también Sasha, se unieron nuevamente a mi vida para compartir noches de karaoke, tragos, sushi, risas, almuerzos y películas inolvidables.
También llegaron personas fugases que acogimos en el grupo, con quienes compartimos lindos momentos, Diego, Carol e Isabel fueron compañeros de una de las jornadas más alucinantes del año, la Entrada Universitaria, que sin ser ni la cuarta parte de lo que es el Carnaval de Oruro, este año se convirtió en la mejor razón para festejar la amistad de un gran grupo de amigos.
Aprendí a no quejarme por pasar el día del amor sin alguien a mi lado, porque es mucho más difícil pasar otras festividades sin mi madre, el Día de la Madre, su cumpleaños, el mío, Navidad y otras fiestas son jornadas muy difíciles de afrontar en su ausencia, son fechas que antes no significaban tanto, pero en su ausencia son muy dolorosas.
El 2012 mi primo el Oso me había dicho que no me acostumbre a la compañía y las atenciones de algunos familiares, porque tarde o temprano ellos desaparecerán y volverán a hacer su vida como antes, sin que yo les interese realmente; así fue, muchos de mis familiares dejaron de llamarme por teléfono y preguntar por mí, es posible que la ausencia que mas me molesta es la de mi padre, quien con mas promesas y buenas intenciones que acciones reales quiso cumplir la labor de padre que solo cumplió mis primeros doce años de vida, al final y pese a todas las promesas de mi familia, estuve solo en los peores momentos, soportando silencios y rechazos, pero aguantando gracias a lo más importante, la Fe.
En el segundo día de los difuntos donde celebraba y recordaba a mi mamá volví a darme cuenta que en esas ocasiones estoy solo, que mi relación con ella siempre fue entre los dos, que solo yo la conocía y sabia lo que ella siempre quiso y lo que a ella le gustaba y al final de cuentas, solo ella sabía lo que yo quiero y me gusta; son esos difíciles momentos de soledad los que generarán eternamente la comunión entre su memoria y yo.
Pasaron muchos meses y cada día era una nueva búsqueda de algún trabajo acorde a mis necesidades y deseos de crecimiento profesional, finalmente obtuve una respuesta satisfactoria y una promesa, pero al final todo quedó en nada; el tiempo siguió pasando y obtuve una respuesta, no la que hubiera deseado, pero después de tanto buscar, una respuesta positiva era lo que necesitaba, sea de donde sea, comencé a trabajar, aunque seguía buscando algo que realmente me haga feliz.
Will Smith dijo que la felicidad llega y aunque solo dure un segundo, uno sabe que llegó, así fue, una luz se encendió en el fondo del túnel, el túnel que transité durante casi todo un año llegaba a su fin, una llamada y una entrevista iniciaron este final, luego de un par de días una segunda llamada y la certeza de haber obtenido el trabajo que siempre soñé, iba a trabajar en un lugar donde mi profesión valía y adicionalmente se incluía mi pasión, el cine, al recibir la llamada que confirmaba mi contratación sentí una enorme necesidad de gritar a todos mi felicidad, porque en ese momento fui realmente feliz, por primera vez en este año.
Busque la felicidad y en el último mes del año la encontré y como las alegrías no llegan solas, durante este mes viví muchas de ellas, disfrute con Polola y Lulu de Metegol, una hermosa película, fui participe de los arreglos y decoraciones por navidad en mi nuevo trabajo y logré compensar todos los meses sin actividad.
Un domingo cualquiera me decidí a ir a ver a mi equipo, The Strongest; existían posibilidades muy remotas de que sea campeón, pero como las alegrías no llegan solas, el universo se confabuló para que esa tarde, luego de aguantar una gasificación y tener que ver el partido en un lugar muy distinto al que yo siempre visité, The Strongest salió campeón y una vez más en un lapso bastante corto de tiempo volví a ser feliz y sentí que las cosas volvían a su exacto lugar.
Este año fue bastante malo, pero a su vez fue lindo, lo aprecio porque en este año aprendí a valorar todas las cosas que obtengo, pude hacer el duelo a mi madre, ese duelo que no hice el 2012, ese duelo que hace un año relegué por todas las situaciones de enojo y decepción que viví en un trabajo donde nunca debí haber llegado. Finalmente este año pude llorar las lágrimas que cambié por enojo y pude sentir la ausencia de mi madre, que hace un año había cambiado por la decepción. 
Este año cambio la vida de mucha gente, hizo que conociera a muchos de ellos, como Yusara, la ahora esposa de Boris, Diego, Isabel, Adriana, Vanesa, Eduardo y otras muchas personas que marcaron algunos de los días más importantes, es posible que este año pase al olvido, pero esta carta hará que trascienda y que dentro de algún tiempo me de cuenta que sin este año, el resto de mi vida no hubiera sido la misma.
Gracias por la paciencia y el interés al leer esta carta, como siempre, es poco, pero es lo que hay.
Atte.
ToNy

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